sábado, 12 de diciembre de 2009

Morir contamina pero ahora contamina menos

Los ataúdes ecológicos: ahorro económico y respeto al Medio Ambiente



Aunque parezca ridículo, morir contamina. Todo el proceso de entierro de un ser humano no está limpio de residuos: desde la cantidad de madera necesaria para la fabricación de ataúdes (en Europa se talan anualmente un millón de árboles para fabricar féretros), a las lacas que se utilizan para abrillantarlos o el zinc que se usa como protección. Tampoco la incineración es ecológica, debido a las emisiones de gases de las chimeneas de las incineradoras (por los elementos tóxicos usados en la fabricación del ataúd) o a la práctica habitual de arrojar las cenizas (y la urna que las contiene) al río o al mar.

Por este motivo, en países como Francia, Alemania y Austria está prohibido sacar las cenizas del cementerio, debido a problemas ecológicos con las urnas arrojadas a los ríos. De hecho, en España algunas normativas municipales no permiten el libre esparcimiento de las cenizas.

Cada vez son más numerosas las empresas fabricantes de ataúdes ecológicos elaborados con materiales naturales y maderas certificadas que se descomponen sin dejar elementos contaminantes. Además de respetar el Medio Ambiente, suponen un ahorro de dinero considerable. En la Unión Europea, el coste de un féretro tradicional oscila entre los 300 y los 2.000 euros, mientras que los ecológicos apenas superan los 35 euros.



Un ejemplo de este tipo de novedosas iniciativas es la funeraria anglosajona 'Natural Death Centre', que ofrece "eco-féretros" hechos de madera con certificación ecológica del Forest Stewardship Council (FSC), de cartón reciclado, de bambú y de otras fibras vegetales sin ningún tratamiento de barniz ni elemento metálico o sintético tóxico alguno.


El sepelio también se realiza de manera ecológica, puesto que el féretro se entierra en un "bosque memorial", cubierto de flores y arbustos, para que el cuerpo se descomponga de manera natural. El primer terreno destinado a ese tipo de ceremonias se inauguró en 1993, y actualmente hay más de 200 en todo el Reino Unido.

Los modelos y materiales de este tipo de ataúdes son variados. La empresa 'Somerset Willow' los fabrica con mimbres, y en cinco años ha aumentado su producción desde uno al mes hasta veinte por semana.



en esta imagen podemos observar un ataúd hecho de mimbre

Por su parte, la empresa 'Ecopod', además de diseñar eco-féretros de papel reciclado, ha lanzado una "semilla-ataúd". El sarcófago biodegradable, en forma de vaina y su contenido, acaba generando vida en la tierra. Algo similar ofrece Capsulamundi, un proyecto italiano que consiste en un recipiente reciclado en forma de semilla para que alimente un árbol.


En esta imagen podemos ver los dos recipientes arriba comentados.

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